Sin embargo, cada vez son más los gurús del sector que proponen renovar estas prácticas, consideradas obsoletas. Por eso, en lugar de ofrecer solo artículos para el baño, se han adentrado en el mundo de la moda, el diseño e incluso de las obras de arte local. También hay quien ha apostado por la electrónica o los muebles.
Muchos hoteleros han entendido que pueden aprovechar al máximo esta tendencia para promocionar aún más su destino si ofrecen este tipo de espacios comerciales únicos. Solo hace falta creatividad y acuerdos con firmas locales para poder llevarlo a cabo. Y caben en un B&B, pero también en una gran cadena. El objetivo: aportar una experiencia memorable a los huéspedes y, a cambio, conseguir una fuente extra de ingresos.
Al diseñar este tipo de espacios, los hoteleros deben tener muy en cuenta a su tipo de público. Pues gran parte del éxito dependerá del poder adquisitivo de sus huéspedes. Pero también del tipo de hotel, pues extrañaría mucho encontrar una prenda de Prada en un B&B para mochileros.
Sin embargo, los hoteles de lujo sí pueden asociarse con diseñadores y fabricantes de productos de alta gama. Pueden (y deben) ofrecer desde batas y pantuflas de diseño a joyas, pues seguro que a muchos huéspedes les apetece llevarse un recuerdo de su confortable estancia.
Los hoteles enfocados a los viajeros de negocios pueden asociarse con firmas electrónicas para ofertar todo tipo de aparatos y con diseñadores de trajes y ropa acorde a este tipo de huéspedes.
Los hoteles más modestos pueden diseñar sus espacios comerciales en relación al tipo de destino donde se encuentren. Los de playa, por ejemplo, podrán ofertar todo lo necesario para pasar un buen día en el mar, pero ofreciendo también tesoros locales que no se encuentren en ningún otro sitio. Los destinos de montaña, más de lo mismo, pero cambiando toallas y bañadores por botas, bufandas o sombreros.
Al igual que cualquier negocio minorista, el corner de venta de nuestro hotel debe tener una temática concreta. Como este tipo de espacios no es más que un añadido, los hoteles deben dedicarle poco espacio, pero bien avenido. Al fin y al cabo, el espacio para las habitaciones manda.
A veces, elegir la temática tiene que ver con el estilo del propio hotel. Un hotel rural conformará una tienda en consonancia con lo rural y lo natural, mientras que un spa hotel deberá pensar en incluir todo tipo de lociones corporales en su tienda.
Alpina Eclectic Hotel in Chamonix
Una vez elegida la temática y el tipo de huéspedes que visitarán nuestra tienda, los hoteleros deben ponerse manos a la obra en el diseño del espacio en sí. En este punto, todo importa: desde los materiales del suelo hasta los del techo.
Si nuestro alojamiento es rural, podemos apostar por suelos de madera. Si es más sofisticado, las baldosas dan un toque más cercano al lujo. Paredes, estanterías e iluminación para resaltar los productos también pueden conformar ambientes muy específicos. Y recuerda, cuanto más débiles sean las luces, más exclusiva parecerá la zona. Además, si el espacio elegido es pequeño, podemos colocar algún espejo para que parezca más espacioso.
La asociación entre hoteleros e industrias minoristas siempre ha existido, pero casi siempre enfocada a productos de baño. Los hoteleros pueden ampliar esta relación al asociarse con un diseñador o un fabricante concreto para impulsar así la fidelidad a ambas marcas.
Los hoteles de lujo llegarán a acuerdos con líneas más exclusivas, si bien no hay que centrarse exclusivamente en la ropa. Los huéspedes aprecian los muebles vanguardistas de los hoteles, por eso algunos los han puesto ya a la venta, a través de pedidos especiales en su tienda virtual.
Hay incluso huéspedes que piden recrear en su casa la habitación del hotel. Sin duda, no puede haber nada más satisfactorio para una marca que crear fidelidad a estos niveles.
La asociación con artistas locales ayuda a impulsar el destino, a crear interesantes sinergias y a acercar también a los vecinos y vecinas del hotel a sus instalaciones. Trabajar con artistas locales permite a los hoteles ofrecer a los huéspedes y locales productos que no pueden encontrar en ningún otro sitio.
En definitiva, la industria hospitality está en constante cambio y los hoteleros deben mantenerse al día con las últimas tendencias para evitar caer en la obsolescencia. Con un poco de creatividad, este tipo de espacios comerciales o expositivos ayuda a generar lealtad en la marca y a atraer, ya no solo a nuevos huéspedes, sino a personas que residen en el destino y consideran el hotel como un espacio que va más allá del mero alojamiento.
Fuente: https://www.tecnohotelnews.com/2019/06/hoteles-retail-tiendas/
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